Fuente :En suelo firme
¿Sabías que existen unos dispositivos que recolocan y fijan los órganos prolapsados en su lugar?
¿Sabías que hay muchos modelos de pesarios para el prolapso que incluso se pueden llevar colocados y no se notan mientras se mantienen relaciones sexuales?
A pesar de que los pesarios para el prolapso son uno de los dispositivos médicos más antiguos que se conocen, se han usado durante siglos e incluso se han encontrado documentos que relatan su existencia en el antiguo Egipto, la mayoría de las mujeres actuales desconoce cómo pueden ayudar los pesarios en el tratamiento del prolapso o de la incontinencia urinaria de esfuerzo, mejorando significativamente su calidad de vida y pudiendo, a veces, incluso evitar la cirugía a un coste mínimo.
La mayoría de mujeres jóvenes que reciben el diagnóstico de prolapso sufren un verdadero shock que deja su autoestima por los suelos pensando que ya no pueden ser atractivas para sus parejas y que su vida sexual se ha terminado.
Sin embargo, la corrección que consiguen los pesarios y la existencia de algunos modelos que pueden llevarse colocados mientras se mantienen relaciones sexuales sin que lleguen a notarse son una garantía para poder continuar con una vida social activa y sexual normal.
Los pesarios son unos dispositivos que se colocan en la vagina y sirven para elevar y dar soporte recolocando el útero, la vagina, la vejiga o el recto cuando cualquiera de ellos ha descendido de su lugar habitual debido a la debilidad de los tejidos y músculos del suelo pélvico.
El soporte que otorgan los pesarios recoloca y fija en su sitio los órganos que han descendido, liberando de presión y facilitando la irrigación sanguínea y la oxigenación de los tejidos.
Su uso también se ha demostrado muy eficaz para evitar la incontinencia de esfuerzo ya que al elevar las paredes de la vagina corrigen el ángulo del cuello vesical evitando los escapes de orina al realizar un esfuerzo brusco y repentino como, por ejemplo, cuando realizamos deportes de impacto.
Ya hemos tratado las diversas causas que provocan la debilidad del suelo pélvico y, en última instancia, la aparición de un prolapso: un parto largo y difícil, el estreñimiento crónico, los deportes de impacto (running, tenis, etc.), cargar pesos de manera habitual u otros factores fisiológicos o patológicos y la vital importancia, que no nos cansamos de repetir en este blog, de la prevención mediante:
- Por una parte, el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico y del “core”y
- Por otra parte, minimizando en la medida de lo posible el efecto negativo de todas las prácticas perjudicialesque realizamos más o menos frecuentemente: corrección postural, evitar abdominales hiperpresivos, corregir el estreñimiento, etc…
Desafortunadamente, no siempre se puede revertir un prolapso, sobre todo si se trata de un grado II o III avanzado, pero en la mayoría de los casos sí se pueden aliviar sus síntomas y, sobre todo, evitar que ese prolapso empeore de una manera muy fácil y económica mediante el uso de un pesario.
Además, teniendo en cuenta que las cirugías provocadas por un prolapso no suelen ser definitivas, sino que en muchos casos deben repetirse y que la edad también suele empeorarlos, no está de más poner todos los medios preventivos que estén a nuestro alcance.
Indicaciones de uso de los pesarios
El uso de pesarios está indicado en los siguientes casos de disfunciones del suelo pélvico:
- Incontinencia urinaria de esfuerzo.
- Prolapso uterino
- Prolapso vaginal
- Cistocele
- Rectocele
- Enterocele
- Prolapsos e incontinencias transitorias después del parto.
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