Cristina Torrón Villalta Fisioxesóloga.

Como la mayoría de casos en edad adulta les sucede a las mujeres, nos referiremos a ellas, pero chicos, prestad atención porque podéis tener en cuenta muchas cositas.

Nuestro sistema urinario

Es frecuente encontrar a mujeres que sufren de infección urinaria tras mantener relaciones sexuales con penetración. Vamos a ver por qué sucede y sobretodo, qué podemos hacer, pues este factor impide a las mujeres disfrutar plenamente.

Para entender bien las explicaciones, vamos a esbozar cómo es nuestro sistema urinario. De la parte más externa a la más interna encontramos, la uretra, la vejiga, los uréteres y los riñones.

Sistema urinario

Sistema urinario

El sistema urinario de la mujer y el del hombre se diferencian principalmente porque la uretra en la mujer es de 3-4 cm y en el hombre de 20 cm aproximadamente. Además en la mujer, la abertura de la uretra está a pocos cm del ano, mientras que en el hombre se encuentra en la punta del pene, mucho más lejos del ano.

Esta cercanía entre ano y uretra femenina facilita que las mujeres tengamos con mayor frecuencia infecciones urinarias, pues estas vienen del sistema digestivo, donde vive la bacteria Echerichia Coli. Sale a través del ano y entra en la vagina, donde se encuentra la uretra.

La función de E. Coli es indispensable en el sistema digestivo: es la encargada de digerir la celulosa o fibra que comemos. Pero si este bichito entra en el sistema urinario produce infecciones de orina.

¿Cómo infecta E. Coli el sistema urinario?

En el 90% de los casos llegan por vías externas, osea como hemos dicho, salen del ano y viajan hasta la vagina.

En el 10% de lo casos se dará la infección por vía interna: llegarán las bacterias directamente a los riñones a través de la sangre, por proximidad de los tejidos intestino-riñón.

¿Qué puedo hacer yo para prevenirlo?

Lo cierto es que E. Coli tiene varias barreras fisiológicas que franquear antes de entrar en el sistema urinario. Vamos a ver cuáles son para asegurarnos de que las tenemos conservadas y para entender mejor cómo prevenir la infección:

  • Distancia ano- vulvar: Es la primera barrera que ha de superar. Es el espacio que tienes entre tu ano y la entrada de la vagina. Esta suele ser de 2,5-3 cm. Si tu distancia es inferior, se le acorta el camino a E. Coli y le será más fácil llegar. Si además, después de ir al baño acostumbras a limpiarte de atrás a adelante, les estás haciendo de taxi directo hacia tu vagina.
  • Ph vaginal: El ph vaginal es ácido, esto no permite vivir a E. Coli y por tanto, impide que sigan avanzando hacia tu sistema urinario, pero tu ph vaginal puede verse modificado por:
    • Lavarte los genitales con jabón, aunque sea íntimo, neutro, etc. y/o lavarte la vagina por dentro. ¡Mal! Debes lavar los genitales a diario, pero solo con agua. El jabón solo lo pondrás en el vello.
    • Usas salva slips, compresas, tampax…el blanqueante que llevan estos productos afecta al ph, de manera que puedan vivir en él las bacterias.
    • Las hormonas que das a tu cuerpo: tomas anticonceptivos, llevas, diu con hormonas, diafragma…
    • Tienes la vagina abierta -tienes el tono de la musculatura vaginal bajo-. Puedes saberlo, por ejemplo, si te entra aire con facilidad y después tienes ventosidades vaginales. La razón principal por el que la vagina puede quedar abierta es haber parido (no importa cuánto tiempo haga). A veces las mujeres piensan que el hecho de tener la vagina abierta es lo que facilita que entren. No es así. Tenerla abierta modifica tu ph vaginal y por eso sobreviven y entran. Consulta a una fisioterapeute de suelo pélvico si crees que éste es tu caso: www.espaiale.cat
  • Recorrido de la uretra: Como decíamos, en las mujeres es de 3-4 cm. Los bichitos tendrán que andar este recorrido que para ellos es como ir a pie de España a Rusia, pero…pueden coger un avión…¿cómo? con la penetración. A través de la pared vaginal estrujas la uretra y empujas hacia adentro lo que haya en ella, provocando así que lleguen a la vejiga.
  • Vaciado vesical: Otra barrera a superar es ganar a la corriente de la orina cada vez que hacemos pipi.

La mayoría de infecciones de orina suelen quedarse a este nivel, dando así cistitis: inflamación por infección de la vejiga.

 

¿Qué podemos hacer para tratarlo y prevenirlo?

Si estás con infección lo primero de todo es tomar los antibióticos que te recete tu médico. Sí, ya sé que los antibióticos también destruyen otros bichitos que nos interesan, pero para hacer una prevención eficaz debes empezar limpia.

Una vez hayas terminado el tratamiento fíjate si estás siguiendo estas indicaciones. No es que tengas que elegir alguna de estas, ¡es que tienes que hacerlas todas!:

  • Siguiendo la pauta de tu ginecóloga, toma probióticos (bichitos buenos) y prebióticos (el alimento de los bichos) para repoblar tu flora vaginal. También existen probióticos de uso local, a modo de óvulo vaginal.
  • Si crees que tienes la vagina abierta, consulta con una fisioterapeuta de suelo pélvico para que pueda valorarte y enseñarte a hacer hipopresivos: www.espaiale.cat. Siguiendo una buena pauta de hipopresivos se cierra la vagina.
  • Si crees que tienes la vagina abierta usa además un vibrador para tonificar tu musculatura vaginal y que vuelva a su forma natural cerrada. La manera de usarlo es:
    • Estimular tus genitales externamente (labios, clítoris) cada día 20 minutos durante un mes y medio. Debes usar ritmos cambiantes, no de vibración seguida (para evitar un acostumbramiento de las fibras). Si tienes un orgasmo antes de los 20 minutos ya puedes parar, no hace falta que sigas, pues la fibras musculares habrán llegado al máximo de su trabajo. Si tienes un vibrador sencillo que solo hace vibración continua, puedes acercarlo y alejarlo de tus genitales, para que la vibración que recibas sea así discontinua. Con esta pauta, se cierran las vaginas y así permites que tu ph se normalice.
  • Lava tus genitales a diario, pero solo con agua (el jabón solo en el vello). Sécate con papel de adelante a atrás. Si tienes infecciones recurrentes dúchate, evita los baños, los baños de asiento…pues el agua también es un medio por el que viaja E. Coli.
  • Si usas bidet, es posible que lo hagas al revés. Debes sentarte mirando al chorro, de manera que el agua limpie de adelante a atrás.
  • Evita los salva slips, compresas y tampones. Para la mentruación usa moon cup por ejemplo. Requiere un poco de práctica, no desesperes, ¡vale la pena!
  • Usa braguitas de algodón que no aprieten. En intimissim tienen unas “cortadas al laser” que son una maravilla. ¡Y no uses salva slips, en serio! Simplemente cambia tus braguitas, si hace falta, dos veces al día. Piensa que no será para siempre, pues estás en una fase de normalización de tu ph vaginal.
  • Si tienes infecciones recurrentes valora un cambio de anticonceptivo y utilliza los que no tienen hormonas. Al menos una temporada larga (¿1 año?) hasta que te hayas reequilibrado. Sabrás cuándo estás bien porque no tendrás infecciones.
  • Haz pipi cada tres horas aproximadamente, no aguantes mucho más, pues el pipi en la vejiga es irritativo. Cada vez que haces pipi además, arrastras los bichitos de E. Coli y limpias todo el conducto. La vejiga está diseñada para almacenar durante tres horas sin sufrir, después empieza a estirarse demasiado, a la larga perderá fuerza y no se vaciará del todo, quedando así residuo de pipi en la vejiga, lo que comporta ¡infección!
  • Bebe entre 1 y 1,5 l. de agua al día. Es muuuy importante. Evidentemente si practicas deporte o es verano beberás más, pero se aconseja no beber mucho más en general. Beber menos hará que no orines lo suficiente como para ir limpiando tu sistema urinario e irás más estreñida. Beber mucho más hace trabajar demasiado a tus riñones y te desmineraliza.
  • Evita el estreñimiento bebiendo agua (como acabamos de decir) y comiendo al menos 1 fruta al día. Muchas personas con estreñimiento comen y comen fibra. La fibra sin agua solo hará un bolo durísimo y difícil de evacuar. Si estás estreñida lo que sucede es que las heces se quedan demasiado tiempo cerca de ano, aumentando las posibilidades de que E. Coli viaje a la vagina.
  • En tus relaciones sexuales nunca toques con el mismo dedo el ano y después la vagina. Igualmente con juguetes. Debes informar a tu pareja de este punto, pues en momentos de excitación no vas a estar controlando con qué te toca…
  • Toma zumo o cápsulas de arándano rojo. La gente pensaba que la manera en la que el arándano rojo funcionaba para el tratamiento de las infecciones urinarias era acidificando la orina y, por lo tanto, imposibilitando el crecimiento de las bacterias. Pero los investigadores están explicando que algunas de las sustancias químicas en el arándano rojo impiden que las bacterias se adhieran a las células que recubren el tracto urinario que es donde se pueden multiplicar. Sin embargo, el arándano rojo no parece tener la habilidad de liberar las bacterias que ya están adheridas a estas células. Esto podría explicar porqué el arándano rojo es eficaz para prevenir las infecciones del tracto urinario pero no es eficaz para el tratamiento de ellas.
  • Si tienes síntomas asociados como dolor genital, ardor al orinar, dolor abdominal, cambio del color de la orina, náuseas y malestar en general, puede ser que tengas piedras o arenilla en los riñones. Eso obstruye la vejiga e impide que se vacíe bien. Consulta a tu médico para atender esta opción.
  • Durante la semana de tratamiento y en las dos o tres siguientes, reduce al máximo la celulosa (o fibra) en tu dieta . Suele suceder que las mujeres que tienen infección de orina recurrente además “comen muy bien: verdura cada día, hortalizas, todo con fibra…”, pero ya sabemos que la fibra es el alimento de E. Coli, así que estás favoreciendo la superpoblación.
  • Finalmente, hay que reforzar tu sistema inmunitario en general: respira conscientemente todo lo que puedas, no te exijas tanto, valórate mucho más, piensa en lo que sí haces más que en lo que no haces, haz ejercicio regularmente (aunque sea ponte música, baila y estírate en casa o sigue algunas clases de yoga, cardio…por youtube) y sobretodo…¡sigue explorando tu función erótica, alimenta tu sistema emocional y redescubre tu placer sexual!