Según los profesionales expertos en esta técnica, la práctica habitual de chi kung reporta numerosas ventajas a nuestro organismo. La base de los beneficios del chi kung se encuentra, sobre todo, en el hecho de que controlamos nuestra respiración, realizándola de una forma consciente. Cuando respiramos mejor, nos oxigenamos de forma adecuada, activamos la circulación sanguínea y, además, conseguimos que nuestro cuerpo y nuestra mente estén relajados y en equilibrio.

En el caso concreto del sistema circulatorio, a través del qi gong se reducen las pulsaciones del corazón y mejora el bombeo sanguíneo. Con ello, mejoran las funciones de los diferentes órganos como, por ejemplo, los que componen el aparato digestivo –que se regula, favoreciendo así las digestiones y el proceso metabólico– o el sistema endocrino.

Otro de los beneficios del chi kung es que su práctica también repercute en los sistemas nervioso e inmunológico; en el caso de éste último, reforzándolo. Y previene la osteoporosis al fortalecer los huesos, así como la elasticidad de los músculos y tendones.

Siempre y cuando adaptemos los movimientos a nuestra capacidad física y a nuestras condiciones de salud, no hay razón para que el chi kung tenga efectos perjudiciales. Al contrario, ya que, además de los beneficios mencionados, nos enseña enfocar de forma positiva aquellas situaciones o pensamientos que son negativos y que afectan a nuestra mente (corazón) o a nuestro cuerpo.

Escrito por Inma D. Alonso, Periodista experta en salud y bienestar